Pajebook

Seguís superándote a vos misma en boludez mental y usas Internet para cosas que no debes.

Hace varios días que no pensás en tu ex, como por arte de magia descubriste que tal vez no era tan terrible y que podés seguir viviendo con la ausencia de su pelotuda presencia. Así mirás miles de fotos sin el miedo de encontrarte con alguna que te cause ese odio profundo en la boca del estómago. Y como sos muy ingenua creíste que el facebook ya era un lugar seguro para tu estado emocional. ¡Me río de vos! porque resulta que todos tus ex tienen facebook.

Esta el pelotudo que le decís cualquier gilada y flashea con que te importa, el imbécil que te cagó la vida hace un par de años atrás ahora tiene una foto vestido de Jack Sparrow… ¡OJALA SE TE CLAVE LA ESPADA EN EL ORTO, PENDEJO! y tenés al que se lleva todos los premios: el que nunca dice nada, capaz ni te saluda, pero postea canciones y videos justo cuando estás conectada y no podés evitar pensar si el muy pajero no te estará tirando palos…

Volvés a pensar que fue un grave error conectarte en un día como hoy, pero después te das cuenta que el problema no son las redes sociales, sino el hecho de que la mayoría de tus ex son muy, pero muy pajeros y vos sos la más idiota por salir siempre con los mismos especímenes.

Cortocircuito en el kiosco

OK… ¿Quién fue el hijo de puta que inventó el chocoarroz? ¡¡¡¡Que invento pedorro por Dios!!!! ¿Nadie le dijo a este tipo que el arroz, el dulce de leche y el chocolate no son una buena combinación? Es un cuadrado del orto, macizo y de colores sospechosísimos… si, si… porque además de tener sabor chocolate asqueroso, ahora tiene frutilla podrida y limón disecado ¡¡¡¡UN ASCOOO!!!!

Y todo por las pelotudas que quieren hacer dieta y no se bancan no comer un alfajor… ¡Loca! Comete una barrita de cereal, un caramelo, un chicle sin azúcar una pija si hace falta… pero el chocoarroz noooo!!!!! ¡Te lo pido porfavor!

Y el forro que pagó por hacer esta cagada ¿qué come? Mierda, porque solamente un tipo que come bosta puede pensar que eso es rico. Sí, digo el tipo, porque solamente a un hombre se le puede ocurrir una cagada como esta ¡¡¡¡Seguro, seguro que es hombre!!!!

Una recaída

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué te metés a mirar cosas en el facebook que sabés que te van a hacer mal?

No le hablás, no lo llamás, ni siquiera lo nombrás, cuando está conectado te desconectas para no caer en la tentación, pero como una gran pelotuda revisás el facebook de todos sus conocidos para ver si tienen alguna foto con él. ¿Vos sos tarada o te hacés? ¡Lindo puñal te clavaste cuando lo viste abrazado con una mina! Y te la mandaste vos solita, gila…

Mucho más fuerte cuando quisiste abrir la foto para ver quien carajo era esa zorra y la foto quedó a la mitad, con las caritas de los dos forros sonriendo ¡AHHHHHHH! ¡¡¡¡¡COMPUTADORA DEL ORRRTOOO!!!!!

Y para colmo no se te ocurrió mejor cosa que pensar: “ya está, yo lo llamo y lo cago a puteadas ¿Quién se cree que es?”. Pero antes de mandarte la peor de todas, la foto terminó de descargar y viste la fecha… ¡¡¡ERA LA EX!!! Esa de la que nunca te quiso hablar (y vos tampoco preguntaste, obvio) y que resulta que es idéntica a vos… ¡solo que morocha! ¡Y ENCIMA SE VEIAN TAN FELICES! ¿¡Vos que te creías que él se reía así con vos nada más!? La misma cara de pelotudo que te ponía a vos se la ponía a ella también.

¡Que boluda! Que boluda que sos! ¿Quién te mandó? Decime ¿quién te dijo que hagas tantas pelotudeces juntas? Porque para colmo ahora ni putearlo podés, ¿qué le vas a decir? “Ahhh hijo de puta… así que tenías una ex” ¡Sí, y vos tuviste 20 tarada!

Y te acordás que tu mejor amiga ayer te dijo que había cerrado el facebook porque entraba a ver cosas que la ponían triste al pedo y vos, creyéndote la más sabia, le dijiste: “no seas gila, aprendé a controlarte y ya fue”.

Listo… aparte de pelotuda sos mentirosa… HIPÓCRITA.

Entre líneas

Debido a distintas consultas recibidas en las últimas semanas, me parece que ha llegado el momento de aclararles: ¡Chicos no los odio! Todo lo contrario, los amo.

Son hermosos (algunos a su manera, claro está), son divertidos (porque creen que la vida es una joda), y sobre todo son distintos de nosotras, muy distintos.

Amo que sean tan pajeros, que no entiendan nunca que carajo quiero decir, que no sepan que queremos, que todos los días, a pesar de conocerlos de memoria, salgan con alguna cosa nueva que demuestra que, efectivamente, siempre se puede ser más pelotudo que ayer.

Como le dije a una amiga cuando me preguntó “¿A vos te gustan todos?” ¡Claramente que sí! Yo encuentro algo que amar en todos… a uno por estar mal de la cabeza, a otro porque está solo en el mundo, al de allá porque me hace reír como nadie, al de acá porque me hace llorar cada vez que puede, a ese por estar siempre drogado ¡y a aquél porque ni siquiera fuma!… una vez me enamoré de un tipo por el pelo que tenía, posta… no es joda…

Lo que más me gusta es que todavía no entienden que nosotras nos hacemos las boludas, no lo somos: nos mienten porque nosotras nos dejamos mentir, nos cogen porque nosotras nos dejamos coger ¿en que momento creyeron que era al revés?

No se tomen las cosas tan a pecho... en el fondo los queremos así, bien tarados.

Locos en el colectivo

Ayer viajaba en el colectivo y ví a un tipo estaba hablando solo… o con alguien que imaginada.

Me puse a pensar “Debe estar bueno estar así de pirado… uno tiene compañía todo el tiempo”

El loco que alucina no se debe sentir sólo y además ¡los viajes en colectivo les resultan mucho mas divertidos!

Me pregunté como funcionará… digo… ¿uno puede imaginarse a cualquier persona? ¡¿Puedo viajar en subte con Brad Pitt?!

¿Groso no? Porque tal vez el pobre tipo alucina que viaja en el 124 con Angelina Jolie y cree que todo el mundo lo mira porque es un master. Locos o no… los tipos son tipos, no hay con que darle.

A veces

El otro día le dijiste a tu psicóloga que no lo vas a llamar porque sentís que el que peor la está pasando en este momento es él, porque a pesar de ser un imbécil te quiere… Y la que decidió terminar fuiste vos al fin y al cabo… ¿en razón de qué lo vas a llamar? Además no sabés bien que decirle, mejor dicho, tenés miles de cosas para decirle y no todas son simpáticas, pero al final siempre terminás con el “te extraño”.

¡Al pedo! Porque no van a volver, porque no querés… ¿no querés?

En fin, la realidad es que, estás bien, pero cuando escuchás su nombre, o ves casualmente su contacto JURÁS POR DIOS QUE LO CAGARÍAS A TROMPADAS… IRA! MUCHA IRA! APARECERÍAS EN SU CASA Y LA QUEMARÍAS!!!!!

Pero generalmente estás bien…

El mensaje

Y sí, después de tanto esfuerzo por superarte y de pagar varias sesiones de terapia, le mandaste un mensaje porque, definitivamente, sos una pelotuda.

Es increíble la cantidad de pensamientos que cruzan tu cabeza en ese momento:

1. “Listo, en 5 minutos me contesta”

2. “Por ahí tarda un poco”

3.  “Capaz le llega más tarde”

4. “¿Se habrá mandado?” (Instantáneamente revisas la casilla de enviados del celular)

5. “Por ahí lo está pensando”

6. “Bueno, apago el teléfono porque seguro me contesta a la noche”

7. “Mejor lo enciendo… por ahí ya me contestó”

8. “No, es un idiota”

9. “¿Seguirá enojado?”

10. “¿Y si está enojado que significa? ¿Qué me quiere?”

11. “Lo va a pensar y me va a escribir mañana”

12 (Acostada en la cama, a punto de dormirte) “Por ahí nunca le llegó”

13. En este punto los pensamientos pueden variar: o le reenvías el mensaje (por las dudas) o te vas a dormir. Pero cualquier opción te va a llevar al siguiente paso…

14. (Al otro día) “OK, no me contestó nunca… ¡HIJO DE PUTA!”

Para la próxima: ahorrate todos estos pasos y llega a la conclusión más rápido, porque seguro va a ser la misma.

Hogar dulce hogar – Parte 3

Mamá: ¿Alguna vez vieron Showmatch?

Sin filtro: No, de pasada… haciendo zapping, pero no.

Hermana: No, ni en pedo.

Hermano: ¿Qué ese eso?

Las tres: Un programa de la tele.

Mama: ¿Es verdad que bailan en un caño?

Hermana: Seee, cualquiera.

Hermano: ¡¿De qué están hablando!?

Sin filtro: Pero lo vé todo el mundo… hasta los chicos del colegio.

Hermano: ¡EY! ¡¡¡CONTESTENME!!!

Las tres: ¿QUEEEE?!

Hermano: ¿de que están hablando? ¿Qué es Showmatch?

Mamá: ¡UN PROGRAMA NENE! ¡El día que quieras ver una concha peluda la vas a poder ver ahí!

Los hincha-pelotas

No entiendo cuál es la relación entre ir a ver un partido de futbol y romper toda la ciudad.

Chicos, está todo bien con que les guste ir a la cancha, pero ¿hay necesidad que todo el barrio los escuche gritando como enfermos? ¿Hay necesidad de viajar en el colectivo saltando y golpeando los vidrios? ¡HAY MAS GENTE VIJANDO QUE LE CHUPA UN RE HUEVO SI HAY PARTIDO! Volvamos a lo ya planteado: espacio personal muchachos… ¡respetenló! Yo acepto tener que borrarme del mundo porque hay partido, y que durante los mismos no haya que interrumpir a “la fiera” porque se pudre todo, pero si quiero tener vida mientras tanto ¡no me grites en el odio porque no está bueno!

Hace un par de meses  mi abuela no tuvo mejor idea que viajar en el 42, horas previas a un partido de River. Esta señora, además de ser diminuta (mide 1,50) es dulce y tierna, y sobre todo, tiene muy poco carácter. Mi papá y mis tíos solían preguntarle que haría si un ladrón entrara en su casa: “Ah no! yo le digo: ¡señor! ¿Usted que hace acá?” (esto lo decía seria y con el dedito levantado)

La cuestión es que mi pequeña abuela se fumó todo el viaje en colectivo con los hinchas gritando, cantando, zamarreando los asientos y golpeando los vidrios hasta que decidió poner orden: “¡Chicos! Que canten me parece hermoso, pero ¿hay necesidad de golpear el colectivo?”

Se tuvo que bajar en la siguiente parada con los muchachos cantándole: “¡Vieja! ¡Compadre! ¡La concha de tu madre!”.

El sueño

Pasa en la vida, pasa en las películas, pasa en tu cabeza retorcida.

Vas corriendo desesperada por la calle, hace frío, pero no lo sentís. Las veredas están oscuras, pero el camino lo conocés de memoria.

Algún que otro desquiciado te grita cosas, pero no te importa, porque en cualquier momento vas a llegar y lo vas a ver.

Cuando ves su casa empezás a correr mas rápido, hasta la puerta que está abierta. Se escucha la música y se ven los restos que evidencian que habían estado de fiesta.

Ves a todos sus amigos que te saludan y te sonríen, contentos que hayas vuelto, pero no lo ves a él…

-“¿Donde está?”- les preguntás.

-“¡En el fondo… andá a buscarlo, dale!”- te contestan todos al unísono.

Empezás a correr otra vez y en este momento todo empieza a moverse en cámara lenta, sentís las miradas de todos y el viento en el pelo… en la cara, música de fondo.

Cruzás la segunda puerta y lo ves… y te ve… parado en el medio de la sala, con una botella de cerveza vacía en cada mano… te mira, sin decir nada. Volvés a correr para alcanzarlo y lo abrazás, lo besás… lo mirás.

Él te dice: “Espera… ahora estoy con los pibes”.

O.K., empecemos por decir que tenés que dejar de ver películas, te hacen mal… ¡te hacen muy mal!

Continuemos con aclarar que lo único real de todo el sueño son las únicas seis palabras que él pronuncia al finalizar la “escena”. Si se te ocurriera ir a buscarlo a las 5 de la mañana, lo más probable es que termines tirada en un sanjón y lo más probable es que las puertas de su casa estén cerradas… ¿Dónde viste que alguien no cerrara con llave viviendo en Capital Federal? Y tercero y ¡muy importante! ¿En que momento se te ocurrió que sus amigos iban a estar contentos que aparecieras de la nada para arruinar la fiesta?

Y por favor, aceptemos que ¡sos una reverenda pelotuda! O te dedicás al cine o vivís la vida tal como es. Él va a ser una bestia hoy, mañana y pasado… podés soñar todas las cosas que quieras, podés pedirle que por favor se dé cuenta de las cosas que hace, podés llorar, podés esperar… ¡cosas para hacer tenés miles! Pero él va a seguir siendo él… ¡y sino no jodás! Por algo te enganchás siempre con el mismo gil.

“Las mujeres se enamoran del Che Guevara y después quieren que se afeite la barba”.

La primera vez – Parte 1

Una pareja en una bicicleta. Él va manejando y ella va sentada en el manubrio.

Novia: Amor, fui al ginecólogo…

Novio: ¿Para?

Novia: Para preguntarle que onda

Novio: ¿Qué onda qué?

Novia: Nada… eso… le pregunte si yo…

Novio: ¿Si vos qué?

Novia: ¡Si yo era virgen o no, gordi!

Novio: ¿Y? ¿Qué te dijo?

Novia: Me dijo que no… que no era…

Novio: ¿¡Viste boluda!? ¡Yo te dije que no eras!

Novia: Bueno, pero yo no me di cuenta, que se yo

Novio: Pero si yo te digo que no sos más, es porque no sos más, yo sí me di cuenta…

Novia: Esta bien, pero yo no estaba segura y quise ir a preguntar.

Novio: Ok, pero la próxima vez que yo te diga algo haceme caso… yo sé si te desvirgué o no ¡boludo no soy!

De más está decir que si hace falta tener esta conversación, es porque él, evidentemente, sí es un boludo…

Dígale NO al instinto.

Si te querés casar ¿por qué te enganchás con el pibe que no labura y se la pasa de joda?

Si te gustás mas cuando estás sola ¿por qué insistís en estar acompañada?

Si no tenés paciencia ¿por qué aparte de tener un gato ahora tenés un perro?

Si soñás con el médico, el abogado o el empresario ¿por qué te enamorás del músico?

Si no llegás a fin de mes ¿¡qué hacés en el shopping!?

Si te juraste y te re juraste que no le ibas a dar bola ¿por qué le estás tirando onda?

Si no fuiste al cine para no deprimirte con esa película romántica ¿Por qué hiciste zapping y te quedaste viendo “Diario de una pasión”?

Si le dijiste a tus amigas que dejen la fantasía ¿Qué hacés siguiendo en vivo la Boda Real?

Eso sí, a pesar que le dijiste que no te llame, seguro, pero seguro que hoy te llama, así que quedate en casita y pensá todo lo que le vas a decir.

¡No lo hagas!

¿Alguna vez escribiste un mensaje en el messenger o en el celular sin tener intenciones de mandarlo? ¿Sólo para comprobar que lo que tenés ganas de decirle ni siquiera vale la pena el esfuerzo? Ejemplos como: “Te odio”, “Hijo de puta”, “Como me gustaría que no se te pare nunca más”, “Te extraño”, “Hola…”.

Que cagada cuando apretas enter o send sin darte cuenta ¿no? 

¡Boluda!

Saluditos

¡Loco! Basta de saludar a la gente con: chausito, muac, besote, abrazote, holis, holas y demás diminutivos pelotudos. El saludo no es grande ni chico, ni lindo ni feo... ¡ES UN SALUDO!

Desde ahora, por favor, solo digan: hola, chau, beso, saludos, o en su defecto: “¿que hace’ papa’?”.

Y para los que decimos “besito”: permitido solo para calentar la pava.

¡Esta casa de mierda!

Tengo la teoría de que nuestros hogares reflejan, no sólo nuestra personalidad, sino también nuestro estado de ánimo.

Mi departamento esta decorado al estilo “me chupa un re huevo si queda como el orto, total… cuando crea que quedó perfecto lo voy a querer a cambiar todo otra vez”. Esto podría traducirse en la poca constancia y la facilidad que tengo para aburrirme de las cosas.

A medida que van pasando los meses, desde el primer día que piso el departamento hasta el día que me mudo, se van rompiendo cosas que nunca, pero nunca voy a arreglar. Claro reflejo de las cagadas que me mando desde que tengo memoria y que, por lo que está a la vista, no voy a modificar.

Cada vez que entro en mi casa voy enumerando: el vidrio de la cocina (rajado), la radio que está en la cocina (sube y baja el volumen dependiendo el lugar donde estés parada), el control remoto del televisor (además de que no anda, no lo encuentro), los cables del televisor y del teléfono (se los comió el perro), la escoba (es un asco), el trapo de piso (otro asco), la luz de la cocina (falta un foquito), la lámpara del pasillo (no existe más), el baño (este fin de semana lo limpio seguro), mi pieza (ok, ahora sí no estoy loca, acá hay olor a muerto y no sé que mierda es).

Como dije antes todo esto se podría trasladar a mi vida en general, cosas que me digo todos los días: “tengo que dejar de ser tan puta”, “¿siempre me tengo que ir al carajo con las cosas que digo?”, “tengo que dejar de gastar plata o considerar seriamente la prostitución”, “un gato, un perro, un hombre y listo, no mas animales en mi casa”, “tengo que lograr estar un año sola”, “tengo que pedirle perdón a toda esa gente a la que le cagué la vida”, “¿¡Por qué carajo dejé de tomar las pastillas!?” (esta se repite una vez al mes) y la frase que le digo, fácil, una vez por semana a mi amiga: “¡No boluda! No voy a hacer nada… esta vez si que no quiero nada con nadie”.

Roland Garrón

Que garronaso te comiste cuanto te levantaste de la silla y te diste cuenta que tomar mucho alcohol no es bueno. En ese momento juraste que nunca, pero nunca más ibas ponerte en pedo estando enojada o triste.

Fuiste a la fiesta tratando de acumular toda la buena onda posible y olvidarte que es un sorete; llegaste hecha una reina pero lo arruinaste cuando empezaste a bajarte el contenido de todos los vasos que te pasaban por delante.

Cuando te diste cuenta que ya no dabas mas, decidiste irte a tu casa, así… con un pedo volador, con la lluvia torrencial ¡y encima en bicicleta! Dándole las gracias a Macri otra vez por sus bicisendas del orto, hiciste media cuadra, perdiste el control de tus dos ruedas y te chocaste un colectivo… estacionado.

Te diste cuenta de lo patético de la situación y te pusiste a llorar, no sabés si por el palo que te diste, la lluvia de mierda que cae en el momento menos preciso o por ese hijo de puta que en las últimas semanas se ganó el infierno.

Decidiste ponerle onda igual, así que seguiste andando así, con la bici abollada, la cara demacrada, toda empapada y haciendo sig sag por la avenida .

Eso sí, antes de retirarte de la escena completamente espléndida, volviste a chocar, pero esta vez le arrancaste el espejo a un auto; poco importaba en ese estado… y además ¿quien te conoce en esta ciudad del carajo? Pero la suerte no te acompañaba esa noche: los dos flacos que estaban en el auto que hiciste mierda también estaban en la fiesta y probablemente te los tengas que cruzar el viernes que viene.

Mejor que empieces a juntar plata o consideres volver a tomar y poner el culo porque alguien va a tener que pagar el espejo roto.

Hogar dulce hogar – Parte 2

Ayer mi mamá, después de matar un mosquito lo consoló: “perdón, es que no me siento en armonía con el mundo”.

El día que murió Sai Baba mi hermano me dijo: “debe ser por eso que Buda (su perro) vomitó anoche”.

La tarde en que presenté a mi novio en casa, mi papá le dijo: “¿Vos cuál sos? ¿Juan, Pedro, Martín…?”

La mañana que mi hermana vino a mi casa, preguntó: “¿si dejo la bici acá me la robarán?”. Su bicicleta está hecha mierda y tiene un canasto de verdulería atado atrás.

El día que nací pensé: “¡¡¡¡¡La puta madreeeeeeee!!!!”

Un mal hábito

¿Qué te está pasando que últimamente te enamoras de todos los giles con novia? Una de dos: o sos la más pelotuda o sos la más puta.

Tanto sacarte la bombacha perdiste la perspectiva y el radar empezó a fallar, hagas lo que hagas ya estás jugadísima, es un círculo vicioso: “te encanta”, “pero tiene novia”, “capaz se enamora de voz y la deja”, “capaz que no la quiere”, “capaz que…”, “capaz si…”, “capaz …”. Capaz que sos una tarada.

Obviamente te garchó y no te mandó ni un puto mensaje, ni siquiera un “¿te vino?”. Nada, el mismísimo desierto. Pero como vos ya la tenés re clara, te lamentas dos o tres días y después te olvidás hasta del nombre. Hasta la otra semana, que conocés a otro que, casualmente, está en algún tipo de relación (así sea con la abuela, pero seguro que hay alguna antes que vos). Tomás las precauciones para no enamorarte, sos fría, calculadora… pero seamos sinceras, al final te sale todo como el orto.

A cada día que pasa (o mejor dicho, a cada pija que pasa) le ponés menos onda, hasta el punto que en cuanto salís del telo borrás su número de tu celular. Tené cuidado, la semana que viene te pueden caer veinte mil mensajes “linda, mi novia no está, nos vemos?” y vos no vas a saber ni que pija es, ni en que barrio está. 

Un café autografiado

Me encanta ir a esa cadena de cafeterías en donde le ponen tu nombre al vasito. ¡Que alegría pelotuda me produce que griten "Lucía" cuando mi pedido está listo!

La primera vez me tomó por sorpresa… pedí un cortado y cuando el pibe me dijo: “¿tu nombre?” creí que me quería levantar; gran desilusión cuando, después de contestarle, bajó la mirada y lo anoto en el vaso.

La segunda vez, mi amigo me dijo: “¿Que onda? ¿te lo dedican?”

La tercera vez mi hermano contestó: “¿Qué te importa?”

¿El hecho de que siga yendo sólo para divertirme con las respuestas es la estrategia de marketing que querían logar?

Las canciones románticas

Estoy empezando a creer que la mayoría de las canciones románticas dicen cosas completamente pajeras y pelotudas, sólo que lo decoran un poco y suenan mejor. Por ejemplo, la canción de Ricardito Montaner en la que dice “Besa mi río hasta su desembocadura” ¿yo entendí mal o es una manera muy sutil de decir “chupala”?

En muchas de estas canciones escuché la frase “que sin ti ya no puedo” ¿Qué no podés flaco? ¿garchar, cagar, caminar, pensar? ¡No entiendo! Algún que otro gil específica “Que sin ti ya no puedo volar”. Vos perdoname, pero a menos que el destinatario de la canción sea azafata o piloto, se le va a complicar un poquito el asunto de volar.

No se confundan, soy la persona mas romántica que puede existir, muero por las flores, las películas románticas, las frases lindas y SanValentín ¡pero no me jodan! ¿“Quisiera ser un pez, para mojar mi nariz en tu pecera”? El tipo tiene ganas de ponerla, definitivamente.

O como decía el joven Iglesias: “Subir al firmamento prendido de tu cuerpo” ¿Es como los perros que quedan abotonados? ¡Un baldazo de agua fría para el pibe del lunar!

Y ni hablar del señor Arjona… creo que todos ya escuchamos un sin fin de barbaridades salir de la boca de este hombre, al punto que ni hace falta que explique “Pingüinos en la cama”, “De vez en mes” y demás temas que no se como llegaron a estar dentro de los mas escuchados.

Así que la próxima vez que te enamores de un tipo porque te dedicó una canción de amor, pensalo dos veces mejor.

El hijo de puta

El que te llama sólo el sábado a la noche a horas dudosas.

El que cuando le preguntas si te quiere (“aunque sea un poquito”) te contesta “vivamos el momento”.

El que te dice “no te preocupes, mañana hacemos como que no pasó nada”

El que te pone el título de novios por las dudas (aunque vos no querías), pero él vive de joda.

El que hoy te dice que quiere que hagan mil cosas el fin de semana, pero después le resulta mas interesante salir con los pibes, otra vez.

El que te dice que no porque hay partido.

El que después de garchar con vos te dice “nos hablamos” (y vos sabes que a menos que vos lo llames, no lo vas a volver a ver nunca mas en tu vida).

El que se ofende cuando le decís que no te gustan los mañaneros.

El que jamás recuerda el nombre de tu mejor amiga.

¡El que ni siquiera se puede acordar del tuyo!

El que te dice que tu amiga le tiene ganas.

El que nunca te contestó los llamados y después de seis meses te habla como si fueran amigos de toda la vida (¡pedazo de forro, te cagaría a trompadas!).

El que, cuando le decís que no querés que te llame nunca mas porque la relación que tienen te esta haciendo mierda, se caga en lo que vos le decís y te vuelve a llamar al otro día.

El que terminó con vos ayer y hoy está con otra.

El que todo lo justifica con “sabés que soy re colgado”.

Y el peor de todos: el que deja de ser un hijo de puta para casarse con otra.

Hogar dulce hogar - Parte 1

¿Escucharon alguna vez el insulto “cara de sorete de plástico”? ¿No? Bueno, yo escucho insultos como este desde que nací. Mi mamá es la persona mas ingeniosa para putear que conozco, a tal punto que la mitad de las veces la cagada a pedos termina en un ataque de risa.

En estos últimos dos años, la mayoría de estas hermosas oraciones van dirigidas hacia mi hermano que por estar en la plenitud de la adolescencia se convierte en un blanco fácil para recibir frases del tipo: “¡Anda a bañarte que estuviste mirando televisión todo el día y tenés la cabeza llena de mierda!” o “¿Me vas a decir a mi cómo son las cosas? ¡A mi! Que te parí por el orto?” "La sirvienta de murió", y una muy reciente “Sos adoptado y te adoptó tu papá, yo no”.

Hubo una ocasión en la que mi hermano le preguntó cuándo había empezado a creer en las vidas pasadas y ella le contestó: “Cuando me salieron hemorroides”.

Entre otras cosas nos enseñó filosofía: “¿Habrá algo en la vida realmente divertido?” “¿Cuándo se irán todos y podré quedarme SOLAAAAAAAAAAAAAA?”

Para los que se preguntan como se me ocurren las cosas que digo…¡Gracias ma!

El cobarde

Hace días que no puedo parar de pensar en una sola cosa: la cobardía.

Ojo, no estoy hablando de la cobardía en general, sino principal y específicamente en la de los hombres. ¿Qué les pasa? ¿Si una mina los deja no hacen nada para tratar de salvar la relación?

Una amiga me dijo: “Lo que pasa es que la situación los supera, se les va de las manos”

A mi lo que me supera es la pelotudez mental ¡TE VOY A REGALAR UN PAR DE MANOS DE MAS A VER SI AHORA TE ALCANZA, HIJO DE PUTA!

La gran pregunta

¡Que boluda! Apagaste el celular durante toda la noche del sábado pensando que él te iba a llamar y no solo no llamó, sino que te perdiste una invitación para ver Chicago.

El muy imbécil hace tres semanas que no da señales de vida. Esta bien: “si lo dejaste ¿para que querés que te llame?”. Pero vos no querés que llame, querés que aparezca en la puerta de tu casa pidiendo perdón, diciendo que se dio cuenta que es un tarado (¡¡¡bien flaco!!! ya nos habíamos dado cuenta todos) y si es posible, con un ramo de flores incluido.

Ahora, yo me pregunto: ¿Quién es mas infradotado? ¿Él por no poder mover el culo para tratar de arreglar las cosas o vos, por estar esperando algo que, sabemos, no va a pasar?