lunes, 16 de mayo de 2011

El sueño

Pasa en la vida, pasa en las películas, pasa en tu cabeza retorcida.
Vas corriendo desesperada por la calle, hace frío, pero no lo sentís. Las veredas están oscuras, pero el camino lo conocés de memoria.
Algún que otro desquiciado te grita cosas, pero no te importa, porque en cualquier momento vas a llegar y lo vas a ver.
Cuando ves su casa empezás a correr mas rápido, hasta la puerta que está abierta. Se escucha la música y se ven los restos que evidencian que habían estado de fiesta.
Ves a todos sus amigos que te saludan y te sonríen, contentos que hayas vuelto, pero no lo ves a él…
-“¿Donde está?”- les preguntás.
-“¡En el fondo… andá a buscarlo, dale!”- te contestan todos al unísono.
Empezás a correr otra vez y en este momento todo empieza a moverse en cámara lenta, sentís las miradas de todos y el viento en el pelo… en la cara, música de fondo.
Cruzás la segunda puerta y lo ves… y te ve… parado en el medio de la sala, con una botella de cerveza vacía en cada mano… te mira, sin decir nada. Volvés a correr para alcanzarlo y lo abrazás, lo besás… lo mirás.
Él te dice: “Espera… ahora estoy con los pibes”.

O.K., empecemos por decir que tenés que dejar de ver películas, te hacen mal… ¡te hacen muy mal!
Continuemos con aclarar que lo único real de todo el sueño son las únicas seis palabras que él pronuncia al finalizar la “escena”. Si se te ocurriera ir a buscarlo a las 5 de la mañana, lo más probable es que termines tirada en un sanjón y lo más probable es que las puertas de su casa estén cerradas… ¿Dónde viste que alguien no cerrara con llave viviendo en Capital Federal? Y tercero y ¡muy importante! ¿En que momento se te ocurrió que sus amigos iban a estar contentos que aparecieras de la nada para arruinar la fiesta?
Y por favor, aceptemos que ¡sos una reverenda pelotuda! O te dedicás al cine o vivís la vida tal como es. Él va a ser una bestia hoy, mañana y pasado… podés soñar todas las cosas que quieras, podés pedirle que por favor se dé cuenta de las cosas que hace, podés llorar, podés esperar… ¡cosas para hacer tenés miles! Pero él va a seguir siendo él… ¡y sino no jodás! Por algo te enganchás siempre con el mismo gil.
Las mujeres se enamoran del Che Guevara y después quieren que se afeite la barba”.

3 comentarios:

Marvaldo dijo...

muy buen final!! jajaj

Stella dijo...

muy buen final, mas bien muy real.

Emi Rosciano dijo...

jajaja sos una hijda d eputa nenaaaa...iual a mi el che me gusta asi tal era, con barba..BIEEN PELUDO jajaja