Escuela del idiota

Mirá, tengo que decírtelo ahora: ¡vos no aprendés más nena! ¿Qué te pasa? La soledad te quema la cabeza, definitivamente.

Cada vez que terminás con un tipo decís la misma pelotudez: “No más novios, no más relaciones, no más nada serio. Ahora me garcho medio país y vivo así hasta que aparezca alguien que me vuelva loca”

¿Todavía no sabés que vos ya estás loca? Mentira que no te enamoraste nunca, te enamoras de cualquier boludo que se te cruza en el camino y tu vida se vuelve un infierno, dejás de hacer todo lo que se suponía que ibas a hacer ¡ya está! No más planes, no más ambiciones, no mas proyectos… la nada misma… y ocupás todo ese tiempo en maquinar… lo llamo, no lo llamo… ¿me llamará?. ¡LOCA, BAJA UN CAMBIO! ¿Qué pasó con eso de “Necesito un hombre, que sepa donde está parado, que sepa lo que quiere”? A la primera que te dan un poco de amor vos te enamorás… estás mal, estás muy mal…

Tu amiga te dijo: “¿Cómo hacés nena? ¿Te peleas con uno y a la semana ya tenés otro? Enseñame” ¡No te enseño una mierda porque es un castigo! Por lo menos ahora te dás cuenta de las cagadas que te mandás y, no lo dejás de hacer, pero lo hacés a conciencia… entonces la situación se pone mas copada, porque mientras estás ahí te quemás el bocho “dejá de mirarlo así, no le des bola, seguro miente, no seas tarada, acordate del otro, se lo prometiste a tu mamá”. Ok, sos una idiota.

Todo culpa de ese espíritu maternal que tenés y si viene alguno medio roto le querés salvar la vida, pero no te das cuenta que él está fenómeno así, rascándose los huevos a cuatro manos, drogándose las 24 horas del día, peleado con toda la familia, perdido… perdido en la vida.

Eso sí, pongo las manos en el fuego que cuando lo dejes de ver, el muy pelotudo va a empezar a hacer todo lo que vos le dijiste que le iba a hacer bien y un día se va a transformar en el hombre perfecto, pero vos ya vas a estar casada con otro.

Hacete un gran favor: dedicate a la psicología o colaborá con Greenpeace, pero dejá al pobre tipo en paz, que si no se quiere dar cuenta que está tocando fondo, por algo es.